viernes, 4 de enero de 2013

¿LA VUELTA A LA PESETA?

Es cierto que la situación por la que atraviesa el país español a nivel económico está calificada como grave. Se escuchan rumores, otros afirman que España va a cambiar de moneda, va a pasar del euro (hace justo 10 años desde que adoptamos esta moneda, 2002), para volver a usar la moneda que estuvo vigente más de 100 años en el estado español. Pero bien, realmente ¿esto beneficiaría a España? o por el contrario ¿perjudicaría a los españoles? Pues bien, ahí radica el kit de la cuestión, la pregunta que todos los españoles nos hacemos es que, realmente volveremos a la peseta para que mejore la situación económica del país, o quedarnos con el euro y ver si podemos lograr salir de esta crisis que afecta de manera profunda a nuestro país. Parece que es impensable la posibilidad de que España se desvincule del euro y vuelva a tener una moneda nacional, pero ¿cuáles serían las razones para hacerlo y cuáles serían las consecuencias? Si España saliese del euro, sería para volver a retomar el control de su política económica. Lo primero que se haría sería devaluar (desvalorizar) nuestra moneda nacional, produciéndose un empobrecimiento, produciéndose un empobrecimiento en la magnitud en la que haya sido la devaluación. De esta manera aumentarían las exportaciones y con ellas se revitalizaría nuestra economía. Los productos españoles, de esta forma, serían mucho más competitivos para los extranjeros, pues comprar nuestra moneda les resultaría muy barato. Venir a España resultaría muy barato, por lo que aumentaría también el turismo. En cambio, nuestras grandes empresas, financiadas en los mercados internacionales encontrarían, en un tiempo corto, que el importe de sus deudas habría crecido en la misma magnitud en que se haya devaluado nuestra moneda.
Así, las grandes empresas saldrían perjudicadas y el resto de la economía española se vería muy beneficiada vía aumento de las exportaciones. El tejido nacional está formado fundamentalmente por las pymes. Después de nuestra salida del euro, el Gobierno tendría que hacer frente a sus gastos y suavizar los actuales recortes, por lo que la inflación, de esta manera, se dispararía, empobreciéndonos todos una vez más. Habría un problema logístico importante. Habría que anunciar la salida en un periodo corto de tiempo, ya que si no se hace de esta manera, nos guardaríamos los bolsillos en nuestro bolsillo y la economía se paralizaría todavía más. Aunque fabricar moneda e imprimir papel para que funcionen los pagos del día a día, es algo que suele tardar varios meses. La adopción del euro fue un paso sin marcha atrás. En cuestión de meses, semanas, los líderes europeos se enfrentan a la decisión más importante desde la caída del muro de Berlín ¿continuamos todos juntos en el euro? La situación es muy compleja. Seguir en el euro, parece asegurar que la crisis de la periferia se prolongará durante años. Romper con el euro puede desencadenar eventos que nadie es capaz de predecir con seguridad.


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